martes, 18 de noviembre de 2014

La Parabola del Sembrador


“Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa. Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga.”             Marcos. 4.1-9; Lucas. 8.4-8

Introducción:
En la parábola del sembrador, se narra una hermosa historia de un hombre de campo que realizaba un trabajo muy sencillo, el de sembrar. Este hombre caminaba por todo el campo sembrando la semilla, la cual esperaba que al germinar le diera una gran cosecha. Entre más semilla sembraba más grande seria su cosecha, esto último era y es una simple lógica, si quería más debería sembrar y trabajar más.
Pero que posibilidades había de tener una gran cosecha. Esa era otra materia que tenía que ver con dos leyes una física y una matemática. La ley de la probabilidad dice: que si algo se repite x veces tendrás x resultado, multiplicado por tantas veces lo realices y la ley física de la fertilidad dice que la misma semilla producirá lo suficiente si es una buena semilla y si esta se deposita en una buena tierra donde pueda desarrollarse y crecer en abundancia.
Esta es una historia fascinante de donde podemos aprender mucho de la ley de los promedios. Veamos las característica que tenía y conocía este sembrador

I- El sembrador era una persona sabia.
A- No se podía mandar a sembrar a un bobo.
1- la buena semilla no es barata
2- la buena semilla no se debe desperdiciar
3- la buena semilla debe ser administrada de forma correcta y solo el que adiestrado puede hacerlo correctamente.
B- ser una persona sabia es una gran ventaja.

II- El sembrador era muy ambicioso, en el buen sentido de la palabra.
A-si un agricultor no es ambicioso no es buen agricultor
1- hoy agricultor debe desear cosechar los mejores frutos, las mejores hortalizas.
2- un agricultor conformista que no sienta el deseo de dar lo mejor de sí no sirve, para este oficio.
3- un agricultor ambiciosos e levanta muy temprano en la mañana a laborar porque quiere siempre lo mejor de su tierra. El conformismo y la dignidad a arruinado muchos, hay quien se sienten digno de lo que tiene y no desean más. Esto es un error.
B- La ambición tiene que estar controlada, no se trata de querer más y más desmedidamente. Sino conforme a la medida de nuestra fe.
C- La filosofía sobre la ambición controlada está en la biblia donde dice. “si eres fiel en lo poco lo serás en lo mucho”
1- Si sabes administrar lo pequeño, tendrás la capacidad de administrar lo mucho
2- Existe lo que se llama errores masivos de criterio que dice: “No es más una pequeña cantidad, no es más que un niño, no es más que. Nunca debemos despreciar lo poco o lo pequeño, hay que aprender a administrarlo.
3- no es un simple dólar que hay que gastarlo. Es un dólar que debemos usarlo sabiamente y daría más retribución si lo invertimos u en vez de uno tendremos dos.

III- El sembrador se fue a trabajar.
A- Las ideas sin trabajo no se hacen tangibles.
B- Para ver resultados hay que trabajar

IV- El sembrador tenía la mejor semilla
A- Lo inevitable del sembrar. Parte de la semilla callo junto al camino y vinieron las aves y se la comieron.
1- debemos saber que las aves existen y que la semilla puede ser pisoteada por los hombres. Lo inevitable existe.
2- Los pájaros se van a llevar parte de la semilla. ¿Qué hacemos?
3- ¡Cuidado! Si persigues a las aves, abandonas el campo. Hay que distinguir entre lo que verdaderamente tiene importancia.
4- si quieres tener el edificio mas alto de la ciudad, no debes tumbar los edificios a tu alrededor, si quieres el edificio mas alto debes trabajar y construir.

B- Las frustraciones del trabajo. Parte de la semilla callo en pedregales
1- no podemos amargarnos la vida por los malos resultados, ellos son predecibles.
2- hay que aprender a disciplinar la decepción.
3- hay que aprender a seguir adelante ante los pocos resultados
4- el sembrador estaba entrenado en la ley de los promedios, la biblia dice: "siguió sembrando" a pesar de…

C- Las inquietudes de la vida. Parte de la semilla callo en terreno espinoso.
1- La semilla creció por un tiempo, dio alegría al sembrador
2- cuando se inventaron las escusas todo quedan bien.
3- es curioso pero hay personas que atentan contra su propio éxito, yo era uno de esos. Tienes los recursos en tus manos y sigues, llegas a cierto nivel y te estancas, sabes que puedes y no das el paso. Inquietudes de la vida. Te alegra por un momento pero ves las espinas a tu alrededor y te da miedo de seguir creciendo y mueres.
4- si verdaderamente queremos triunfar debemos comprender que no siempre se gana, pero nunca detenernos debemos estar consciente de la ley de la probabilidad. No debemos especializarnos en menudencias. Las adversidades son parte del guion de la vida.
5- olvídate de las espinas, concéntrate en la semilla y sigue sembrando.

D- El entendimiento sabio del sembrador. Y gran parte dela semilla callo en buena tierra.
1- La ley de promedio. No todo lo que hay puede ser tuyo, solo puedes tener una parte de todo lo que quieres.
2- “Y una parte callo en buena tierra”. Nos frustraríamos si pensamos que vamos a cosechar el 100% de todo, eso es falso. Hay gastos, hay que compartir, hay que dar, hay que pagar y re-invertir. Todo no puede ser para ti, solo una parte, pero ente mas trabajes esa parte sera mas grande.
3- las nuevas estrategias de ventas de hoy dicen: "Dale a las personas lo que ellas quieren y ellas te darán a ti lo que tú quieres.

Conclusión:
Debemos aprender a ayudar a la gente. No debemos enseñar solo a trabaja sino también a cómo vivir, cambiando, desarrollando.


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